Lo importante en la Autoridad Portuaria
Los concursos de adjudicación son ejercicios de cinismo entre pillos bajo un entorno marrullero
La Guardia Civil ante la sede de la Autoridad Portuaria de Baleares. |
A. Sepúlveda
El gestor de una institución autonómica de Baleares me contaba no hace mucho que obligatoriamente tenía que sacar a concurso la gestión de un bar en un edificio público, sabedor de que el concesionario existente era inmejorable y que, con toda probabilidad, no ganaría porque era muy honesto y no sabía desenvolverse en el entorno marrullero que permite y hasta impone el sistema legal en vigor. Como gestor, sabía que tendría que adjudicarle el bar a alguien que lo haría mal, mucho más caro y sin interés, pero que habría presentado los papeles de forma ejemplar.