EXPULSIONES:
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Sin embargo, la adaptación del colombiano tardó en llegar, partiendo de inicio como delantero centro, pero compartiendo muchos minutos también con otro delantero al echarse Suárez a una banda, donde por su olfato y veloz arrancada seguía siendo un peligro para los rivales. Los que más conocen al cafetero, reseñaban en su vuelta a Granada que uno de los principales males del delantero es su ansiedad si no celebra un gol cada poco y eso se notó en sus primeras semanas. Tuvo ocasiones, gustó a la afición y se fue ganando cada vez más minutos, pero se le atravesaba la finalización.