Barómetro del Capital Social de Colombia (
Barcas) lo predijo: una situación de caos, populismo y carencia de gobernabilidad que, con una chispa, se encendería.
Efectivamente, por un proceso de atomización de la sociedad, fruto de la carencia de eslabonamiento legislativo de los ciudadanos con este poder y el aumento de la informalidad laboral, venían acompañados con un marcado aumento del oportunismo. El 88 por ciento de los electores no recordaban por quién habían votado en ninguna de las elecciones legislativas anteriores: desde concejales a senado; eslabonamiento cero.
Atomización y oportunismo registraban la erupción de la anomia: la carencia de compromiso de los ciudadanos con las instituciones y su concomitante comportamiento antisocial. La chispa llegó en forma de pandemia, en la que terminamos con 22,2 millones de pobres y una propuesta de reforma tributaria que castigaba los segmentos medios y bajos de la sociedad.