Con la arrogancia acostumbrada, tan propia de los emperadores romanos de la antigüedad, el ocupante de la Casa Blanca se deja decir que “ Cuba es un Estado fallido que reprime a sus ciudadanos” (Diario La Nación, San José de Costa Rica, viernes 16 de julio de 2021, pág.23), lo que da a lugar a que -exteriorizando nuestros pensamientos- le preguntemos ¿si la isla mayor de las Antillas es un estado fallido?, entonces ¿qué son países como Guatemala, Honduras, Colombia, Paraguay, Haití, la semicolonia de Puerto Rico (a la que Donald Trump quiso desahuciar hace un par de años) y otras islas caribeñas, en las que la vida resulta insufrible?, cuando bien sabemos que son unas naciones o estados-nación que son incapaces de resolver las necesidades más elementales de la gran mayoría de sus habitantes, además de acudir, de manera sostenida, a la represión más cruenta y despiadada de la protesta social, tal y como ha venido sucediendo en los casos de Colombia, Ecuador, Honduras, Chile y la Bolivia de Áñez, la pobrecita aprendiz de dictadora, en fin unos países donde hay cientos de detenidos, innumerables desaparecidos, además de centenares de víctimas mortales.