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Louis Antoine de Saint-Just
El escándalo que desató Carlos Pagni al dar a conocer el jueves en La Nación la ya famosa misiva personal de Cecilia Nicolini a los directores del Fondo ruso responsable de la comercialización de la vacuna Sputnik no hizo más que probar algo que ya sabíamos: el fracasado evento organizado por nuestra
wedding planner patagónica para festejar su propia boda con Vladimir Putin lo hemos pagado con muchos de los más de 103.000 muertos. Ayer mismo, el Gobierno ruso aclaró que, frente a los problemas sanitarios internos, priorizará la vacunación de su propia población, con la única salvedad de su compromiso con la Bolivia de Luis Arce Catacora, la máscara que usa ahora Evo Morales, otro de los novios elegidos por Cristina Fernández para concretar su poli-amor internacional.