Serán los cinco samurais en las rampas del
Monte Fuji, atentos al "peligro que siempre ataca cuando todo parece tranquilo", como avisan los campesinos al comienzo de la obra maestra de
Akira Kurosawa. Arranca el baile deportivo en los Juegos prolongando las batallas recientes del Tour, aún
tiesas las piernas de la mayoría y con un quinteto de españoles que el lunes rumió en el avión camino de Tokio el gris papel nacional en la
Grande Boucle como un acicate para la reivindicación.
Lejos empieza a quedar ya el oro único de
Samuel Sánchez en Pekín 2008. Y tampoco parece propicia esta vez la prueba en ruta para los españoles. Capitaneados por