Por: Daniel Martínez Rodríguez
19 julio 2021 |
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Entrevista a José Gómez en su casa en La Habana. Foto: Isabel Aguilera.
En el centro de la ciudad, donde es fértil la espontaneidad de la gente y el bullicio excita los sentidos, vive José Gómez. Todos los días se mira ante el espejo de la vida y enfrenta un fantasma al que ha aprendido a aceptar, e incluso a abrazar: la nostalgia. Su mirada todavía luce el filo del guerrero, sin embargo, su semblante no puede ocultar las arrugas que trazan sin delicadeza los azotes de la edad. Parece una eternidad desde que sus puños podían derribar árboles. Era su marca de fábrica.