La revista
Rolling Stone lo calificó como una persona “consistentemente controversial”, ya que además de ser una de las figuras indiscutibles del
rock psicodélico y un símbolo sexual —al igual que los actores James Dean y Marlon Brando—, tenía un bagaje cultural amplio, que le permitía conversar sobre política, literatura y cine.
Morrison siempre quiso ser músico y en su momento expresó al periodista de
Rolling Stone Jerry Hopkins, que tenía un deseo reprimido de ser músico.
“
Cuando nació el rock and roll yo era un adolescente. Ese momento me llamó mucho la atención aunque en aquella época ni siquiera podía fantasear racionalmente con ser un artista. Pienso que en esa época estuve acumulando esa inclinación y seguí escuchando inconscientemente. Cuando finalmente sucedió, mi subconsciente ya lo tenía todo preparado”, relató Morrison.