La selección de Italia, con una defensa granítica y un ataque contundente, venció 2-1 ayer a Bélgica en los cuartos de final de la Eurocopa, en el Allianz Arena de Múnich, y puso la directa a las semifinales de Wembley, en la que se enfrentará a España.
El Allianz Arena de Múnich albergó el cuarto de final a priori más prestigioso de la Eurocopa y el campo no defraudó las expectativas. Italia salió a jugar el balón con calidad y Bélgica, sin Eden Hazard, se encomendó al recuperado Kevin De Bruyne, quien encendió a los Diablos Rojos con su espectacular zancada y su técnica más pura.