Italia autorizó el jueves el desembarco de 572 inmigrantes rescatados del mar tras las súplicas desesperadas del barco de socorro Ocean Viking, el cual había informado que los alimentos se le estaban agotando y las tensiones crecían a bordo.
Horas antes, Luisa Albera, coordinadora de búsqueda y rescate de SOS Mediterranee, había enviado una solicitud urgente desde el Ocean Viking, que se encontraba en ese momento entre Malta y la isla italiana de Lampedusa, al sur de Sicilia. Indicó que se habían hecho cinco peticiones a las autoridades marítimas para que asignaran un puerto seguro y ninguna recibió el visto bueno.