Otro mito que cayó por su propio peso, el pasado seis de junio, fue el del poderío electoral que representaba la Secretaría de Salud de Tamaulipas.
La titular de la Dependencia,
GLORIA MOLINA GAMBOA, nunca pudo meter “armonía”, derrumbando todos los puentes de comunicación de la clase trabajadora.
Es entendible que siendo
MOLINA GAMBOA una profesional de la salud, carezca de sensibilidad política para hacer empatía con la burocracia, con la clase trabajadora pues.
Por ello, desde su llegada, parecía que se dedicaba más a cultivar enconos que a fomentar la comunicación con la clase sindicalizada de la Secretaría de Salud; se le olvidó pavimentar el camino del diálogo.