Además de Ronaldinho, el
Barcelona contrató más jugadores de renombre a nivel mundial de cara al comienzo del nuevo proyecto deportivo.
Ese mismo verano,
Joan Laporta quiso reforzar al conjunto “culé” de cara a la temporada 2003-04, esto con la idea de tener un equipo más competitivo respecto a los años anteriores.
El primero de ellos fue Edgar Davids, el mediocampista holandés llegó a la entidad blaugrana en calidad de cedido por parte de la Juventus.
El crack holandés no pudo tener el mismo rendimiento que en el club de Turín, por lo que salió en 2005, un año después de su contratación.