García Bacca, filósofo navarro-venezolano
“García Bacca en Confesiones expresa que, durante su etapa claretiana, llegó a sentirse secuestrado y quería pensar libremente. Esas palabras expresan un estado de ruptura con su vida religiosa, pero no una expresión de desprecio hacia la orden religiosa a la que perteneció”
Por CORINA YORIS-VILLASANA
Al hablar de la filosofía en Venezuela, hay nombres insoslayables. Tal es el caso de Juan David García Bacca. Nació con el siglo XX, 1901, en Pamplona; falleció en Quito, 1992. Quedó huérfano de padre a muy temprana edad, apenas contaba 11 años y entró a estudiar en el colegio de los padres claretianos de Alagón. Más tarde, ingresó al Seminario Claretiano en Cataluña, y realizó sus estudios de novicio en Cervera. Con tan solo 15 años, hizo su primera profesión religiosa; completó sus estudios entrando a formarse en Filosofía y Teología con los jesuitas en la Universidad de Cervera; estudió Moral y Derecho en Solsona y fue ordenado sacerdote en 1925. Esa brillantez intelectual que hizo su aparición desde su infancia le valió un gran reconocimiento por los superiores claretianos y culminó en Bélgica su formación filosófica y teológica en la Universidad de Lovaina. Allí también se destacó y obtuvo su doctorado en Teología. Pero García Bacca se enamora de las Ciencias; no solo estudia con mucho entusiasmo Física Atómica y Teoría de la Relatividad en el