La retórica del desastre enfatiza la fragilidad del país, ya que nos encontramos en el reverso de la conservación hacia lo natural. Literalmente, Venezuela es una ciudad iconóslata en tanto desarma los iconos, es la, modernización de preceptos que viene desmantelando todo: La retórica del desastre es sistemáticamente nostálgica, aunque desde diferentes ángulos y posiciones políticas. Hay testimonios desatados por la modernización y también por los grupos sociales.
Ahora, pregunto, ¿Quién esta demoliendo al Estado Bolivariano?. No es la tradición ni el orden social. Es el impulso de un grupo de hombres que al paso de las Reformas a La Constitución buscan construir zonas empresariales y de espacio público para beneficiarse y dominar la territorialización y, en ellas insertar sus propios negocios. Es la novedad de ser importantes, inútiles y hermosos, es la reconversión del idealismo romántico a la interpretación de las transformaciones aportadas por parte del sector humanístico que ha conducido a las dos culturas a lo que hablamos de Snow, Show, snobismo.. Es como sí se tratara del descubrimiento de las vacunas del COVID- 19, cuando ya se sabía desde 2013 de las pandemias por venir, de la sequía por escasez de agua por la dragación de afluentes de agua dulce, pero, hay que complacer a los iranies y chinos. Es lo referente al movimiento GTBL+ y Feminismo.