La consulta del primero de agosto puso en evidencia la esterilidad de las consultas inducidas desde la cúspide. Ahora se quiere hacer un ejercicio parecido El presidente aplicó toda su fuerza sobre la Comisión Permanente para hacerla llamar a un extraordinario que expida al vapor la ley de revocación de mandato. Sus parlamentarios, privados de dignidad y traicionando la representación a la que se deben, quisieron imponerse contra todo argumento. Perdieron la votación y la imposición fracasó. Toda una antipedagogía.