que exista una amenaza grave de delito contra bienes, patrimonios de valor o derechos de personas, o
al enfrentar actos terroristas, de tráfico humano, droga, corrupción de menores u otros con muy serias implicaciones sociales.
La puesta en libertad de Carolina Barrero sin cargos, horas después, demuestra que nada justificaba ni la detención ni la brutalidad policial.
El objetivo no es prevenir un delito sino intimidar, desgastar y enviar a toda la población el mensaje de lo que puede costarle incluso el hecho de reclamar sus derechos de manera pacífica y dentro del marco legal.