Sichel es el fiel reflejo de lo que su conglomerado ha sido, es y será en materia de derechos fundamentales: eufemísticamente llamar paz social a las violaciones a los Derechos Humanos para mantener el orden e incrementar las exorbitantes cuentas bancarias de su sector, a costa de la miseria de los (as) pauperizados (as) trabajadores (as)