El astrónomo con mala estrella
Persiguiendo a Venus
El hambre de conocimiento que espoleó el siglo XVIII dejó algunas víctimas, como el francés Guillaume Le Gentil. Su intento de calcular la distancia entre la Tierra y el Sol le llevó a perderlo todo
Tránsito de Venus desde Barcelona, 2012.
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25/07/2021 07:00
El siglo XVIII fue el de la confirmación de una nueva mirada hacia el mundo: la del conocimiento a través de la ciencia. Los avances en todos los campos –matemáticas, física, química, astronomía– cimentaron nuevas mentalidades y atrevimientos. Entre los nombres propios del siglo destaca el del inglés Edmund Halley. El científico que dio nombre al cometa (que, por cierto, no descubrió: se limitó a calcular la órbita del cuerpo celeste, que ya había sido avistado en siglos anteriores) dejó a su muerte grandes aportaciones en el campo del magnetismo, la geometría, la meteorología y, por supuesto, la astronomía.