M.B -
domingo, 4 de julio de 2021
Roberto Turrado se retira tras 20 años jugando al balonmano, los últimos siete en el Recoletas Atlético Valladolid
Roberto Turrado. - Foto: Atlético Valladolid
Los aficionados al balonmano vallisoletano quizá no recuerden el debut de Roberto Turrado en la elite. Fue en noviembre de 2004, en una Supercopa de Europa en el Quijote Arena de Ciudad Real ante el conjunto anfitrión. Él sí. Por allí andaban Hombrados, Stefansson, Dinart, Dujshebaev o Uríos. Y junto a él estaban Gull, Raúl González, Garabaya o Chema. Probablemente pocos se acuerden de su primer gol en la Liga Asobal, ante el Teka, «en una penetración». Y solo sus más allegados saben que comenzó en este mundo de la mano de Raúl González o, mejor dicho, de su mujer, Ana; que sus primeros pasos fueron como pivote en el Aula Cultural y que después de entrar en el Balonmano Valladolid tras una llamada de Jota, fue campeón de España juvenil, llegó a un primer equipo plagado de estrellas y tuvo que buscar su sitio en Melilla, Aranda y Nava... antes de regresar a casa de la mano de Antonio Garnacho y ese proyecto que arrancó en el Atlético Valladolid y que le permitió vivir la Asobal durante los últimos cursos, ya como baluarte defensivo, hasta que hace un mes decidió que era el momento de dejar el balonmano y dar un paso hacia su otra pasión: la educación, «y en especial con niños».