Las fuerzas armadas estadounidenses, ahora bajo una mayor seguridad y también bajo la amenaza de otro ataque terrorista, siguieron adelante este viernes con la evacuación desde el aeropuerto de Kabul, un día después de que un atentado suicida en las puertas de la terminal aérea escribiera un devastador capítulo final para la guerra de casi 20 años en Afganistán.