La salida de
Pablo Iglesias del Gobierno empieza a notarse. Fuentes socialistas del Ejecutivo sostienen que, tras la salida del ex número uno de
las relaciones entre ministros han mejorado. Se ha rebajado la tensión que, según afirman, generaba el secretario general de Podemos en sus batallas internas. A nivel político, uno de los efectos más importantes es que el PSOE, a través de sus portavoces en el Congreso,
ha reforzado el canal directo con los nacionalistas, que antes custodiaba Iglesias.
"Ha sido un honor ser vicepresidente del Gobierno de España. Ahora me toca seguir trabajando donde creo que puedo ser más útil. Seguimos". Con este mensaje Iglesias se despidió oficialmente de la vicepresidencia del Ejecutivo de