Discurso de Inauguración del Nuevo Edificio del Instituto América (1958)
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/ Contentas las chiquillas y jovencitas que muestran sus estandartes en compañía de las hermanas religiosas, sus maestras (Foto-Archivo Histórico del I. América).
/ Don Antonio Guizar y Valencia, tercer obispo y primer Arzobispo de Chihuahua (Foto-Boletín UEHS-UACJ).
/ Varias generaciones bien preparadas han egresado del Instituto América, un ícono de la educación chihuahuense (Foto-Archivo Histórico del I. América).
Oscar A. Viramontes Olivas
domingo, 04 julio 2021 | 05:00
Antes de iniciar con esta crónica, agradezco al estimado lector y amigo el ingeniero Luis Rivera Abaid, quien nos hizo una precisión sobre el apellido de su estimada tía abuela la maestra Julia Rivera Acosta, quien en la publicación anterior, apareció con el apellido Olvera. Agradezco su observación y estamos siempre a la orden. Continuando con este interesante caminar al lado del Instituto América y como una película nostálgica que pasa por nuestros recuerdos, comentaban las madres del Divino Verbo Encarnado: “Aquellos días laboriosos de la construcción del plantel, de los sucesos desde la colocación de la primera piedra, nos ha llenado de esperanza y confianza ante Dios, cuando se colocaría la primera piedra el 12 de diciembre de 1955 y nuestra congregación, no abandonaría la obra para Dios.