Los responsables de estos actos son los miembros de las Fuerzas de Defensa Nacionales de Etiopía, las Fuerzas de Defensa de Eritrea, la Policía Especial de la Región de Amhara, y Fano, una milicia amhárica, según revela una investigación con entrevistas a personal médico y a un total de 63 supervivientes de la violencia sexual.