Lejos de la hazaña que representó el juego sin hit ni carrera ante los Diablos Rojos del México el 28 de mayo pasado, cinceló récord de 4-0 con una efectividad de 2.57, estaba proyectado para ser parte de una probable rotación para la postemporada, fase a la que aún aspiran los del puerto.
Una cláusula en su contrato determinaba que podría desvincularse del club si llegaba alguna propuesta atractiva para sus intereses económicos, como sucedió finalmente, por lo que se aplicó el respectivo buy out y el "Tiburón" sudafricano cambió de pecera, del Beto Ávila de Veracruz al estadio Xinzhuang en la ciudad de Nueva Taipei.