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OPINIÓNACTUALIZADA 18/07/2021 A LAS 05:00
Oyarzabal lanza el penalti que da el pase a España, ante Suiza, a las semifinales de la EurocopaMAXIM SHEMETOV/REUTERS
'La importancia de un solo gol'
Cuando la selección brasileña de fútbol arrasaba, existía una verdad no escrita que se le atribuye a Pelé: en el peor de los casos, siempre marcaremos un gol más que el contrario.
Y se cumplía. Estamos hablando de una época en la que el fútbol era ofensivo por naturaleza. Pero los tiempos cambiaron, de hecho el último Mundial que ganó Brasil fue en 2002, e incluso tuvo una derrota humillante ante Alemania en su propio feudo en 2014, nada menos que por 7-1. En el fútbol actual de nuestra bendita tierra aragonesa, hemos de lamentar que la S. D. Huesca no haya podido permanecer en Primera División por no haber sido capaz de marcar un solo gol en el último partido de Liga, y ocasiones las hubo. Simplificar y justificar toda una temporada con este hecho no sería justo, pero lo cierto es que de haberse producido tal circunstancia los oscenses estarían muy contentos en estos momentos. Por contra, este Real Zaragoza que tantísimos disgustos nos lleva dando en las últimas ocho temporadas en Segunda División, quién sabe si gracias a aquel gol que marcó nuestro portero en el tiempo de descuento en Lugo, no fue el detonante que nos hizo creer un poco en la salvación. Acaba de finalizar la Copa de América y Argentina ha derrotado a Brasil por un solo gol (1-0). Simultáneamente, en la Eurocopa nunca se habían producido resultados tan ajustados en una fase final, con prórrogas y penaltis. Sin ir más lejos, nuestra selección no jugó la final por no marcar un gol más que Italia, y ocasiones las tuvo. Italia le ganó en la final a Inglaterra por un solo gol... y en los penaltis. Afortunadamente, la distancia entre los grandes y los no tan grandes se ha reducido. Es la grandeza actual del fútbol, que nada está decidido hasta el pitido final del árbitro. A pesar de la escasez de goles, qué quieren que les diga, ¡bendito fútbol!