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Incluso así, está claro que, si queremos alimentar a la creciente población humana, que depende de la proteína animal, tendremos que apelar en gran medida de la acuicultura industrial. Los principales grupos ambientalistas han abrazado esta idea. En un informe de 2019, Nature Conservancy pedía más inversiones en piscifactorías,
argumentando que para 2050 la industria debería convertirse en nuestra principal fuente de productos del mar. Muchos conservacionistas dicen que la piscicultura se puede hacer aún más sostenible mediante una supervisión más estricta, métodos mejorados para el compostaje de residuos y nuevas tecnologías para recircular el agua en piscinas terrestres. Algunos han presionado para que las granjas de acuicultura se ubiquen más lejos de la costa en aguas más profundas y con corrientes rápidas que ayudan a diluir los efluentes.