escalada de violencia que ha prendido la alarma por el aumento de los
homicidios de activistas.
El último caso ocurrió la semana pasada cuando fueron asesinados a tiros el defensor del medioambiente David Díaz Valdez, en la ciudad de Manzanillo, estado de Colima, y el defensor de derechos humanos de los pueblos indígenas Simón Pedro Pérez López en el municipio de Simojovel, estado de Chiapas.
“Estamos ante una situación de alarma”, explicó a
Efe Gabriela Carreón, gerente de derechos humanos del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
“Los 18 asesinatos en 2020 frente a 14 en medio año de 2021 nos pone en alerta sobre cómo será el cierre de este año”, agregó.