Descendió la desocupación, se redujeron los contagios de coronavirus con respecto a la semana anterior, los alumnos volvieron a las clases presenciales, la tarifa de gas bajará entre un 30 y un 50% y empresarios y distintas firmas comerciales contactan con las autoridades locales pensando en invertir apuntando a la próxima temporada. Las buenas noticias cotizan en alza en estos tiempos de pandemia. No abundan, por cierto, pero cuando irrumpen encienden algunas luces de esperanza tras una oscura realidad que, de forma directa o indirecta, ha afectado a todos los marplatenses. El estrés, el dolor, la angustia, la incertidumbre, la enfermedad, y la muerte se naturalizaron en estos tiempos inéditos de la historia por lo que no deja de ser positivo el poder aferrarse, con uñas y dientes, a aquellas cuestiones que nos remiten a la normalidad perdida.