Hablo de una historia de vergüenzas e infortunios como nación que encierra intereses soterrados y esquivos, en ese afán equivocado y malsano de tratar de olvidar situaciones oscuras, nada transparentes y turbias, como si esos hechos que acontecieron y fueron reales nunca hubieran existido y no influenciado en el normal curso, desarrollo y devenir positivo de nuestra propia historia como nación.