Al preparar la maleta de piel para un viaje, descubrí en uno de sus costados un agujero que, por su tamaño, podría haber sido hecho por un ratón. Pero no hay ratones en casa. De todos modos, revisé su interior exhaustivamente en busca de excrementos u otras señales de las que dejan estos roedores. No descubrí ninguna. Supongo que algunos agujeros se hacen solos, pero no es lo normal, por lo que el suceso me dejó un poco trastornado. En cualquier caso, y como ya he dicho que era pequeño, continué haciendo la maleta, pues nada de lo que llevaba en ella podía escaparse por él.
Relief-the
Alivio