El escenario más positivo marca que la bajante alcanzaría -1,35 metros a principios de noviembre. La segunda proyección contempla que el Paraná alcance un nivel de -1,49 metros sobre fines de ese mes. El escenario más crítico prevé que el nivel caiga a -1,61 metros dentro de tres meses. En todos los casos, las mediciones negativas se mantienen hasta el 28 de noviembre. Desde la agencia oficial explicaron que la cuenca venía copiando el panorama de 1944, pero apareció un horizonte esperanzador producto de acciones de turbinado que está haciendo Brasil y el río se estaría alejando de esa criticidad. Esto provoca que se mantengan estacionarios los niveles en la cuenca alta, y se está reflejando en una estabilidad en el Paraná medio , apuntó Bertoni, que también es secretario de Recursos Hídricos de la provincia.