Actualizado a 13/07/2021 12:00
Este año se cumple el veinte aniversario de la constitución de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, allá por el 23 de julio de 2001. El organismo que el President Zaplana parió tras un largo embarazo de riesgo para que de una vez por todas dejáramos de desangrar como colectividad partiendo de un consenso en el que participamos todos. Y digo desangrar para todos aquellos que nuestra manera vital de entender la existencia terrenal era, es y será la lengua propia y la identidad particular. La pax lingüística después de una batalla estéril y torpe, azuzada por el españolismo y tolerada por el socialismo práctico (salvando al conseller Ciprià Císcar y su ingenua y a la par viable Llei d´Ús i Ensenayament del Valencià allá por 1983).