Actualizado a 21/07/2021 06:35
Seis y media de la madrugada. Un ejército de jubilados aguardan para la invasión. Es Torrevieja, pero podríamos estar hablando de Normandía. Manos artríticas y pies con duricias agarran sillas y parasoles, sostienen toallas y zapatillas. Gafas Óptica Universitaria, ortodoncias de primera y alguna que otra cadera de titanio. El Mundo Sénior, que ha andado recluido y, en algunos casos, masacrado, por la covid y la novedad tecnológica, se ha cansado de lo joven, de esperar turno y vacuna. Con sus pensiones íntegras y ampliando lustros desde la jubilación, Mundo Sénior aprovecha los primeros rayos para entrar en la playa y tomar posiciones. Horas de acuagim para fortalecer gemelos y sesiones de zumba competitivo tienen todo el sentido ahora. Uñas como garras se hunden en la arena alicantina para conseguir clavar el parasol como en una buena noche de amor senior azul. Toallas de bancos que en la ciudad ejecutan hipotecas ondean sobre la brisa m