Como en aquel chiste sobre Andorra, si mañana Nayib Bukele declarase la guerra a Joe Biden, el principal problema para el primero sería donde meter tanto prisionero estadounidense en un país tan pequeñito, el de menor superficie de toda la América continental. Porque El Salvador se ha convertido con él en un 'david' que desafía al 'goliat' 'gringo' continuamente, sobre todo en lo referente sus políticas progresistas más posmodernas. Bukele podría argumentar igualmente que tampoco le viene bien una contienda precisamente en su
40º cumpleaños, que celebra este sábado.
El caso es que Bukele es un líder joven que pronto ha conseguido hacerse con un espacio en el complejo panorama político de Iberoamérica. Desde su designación como presidente salvadoreño, el 1 de junio de 2019, ha saltado a la palestra por diversas manifestaciones o acciones que han disparado las alarmas y que lo sitúan en la heterodoxia política. Así, desde el primer momento ha usado