Actualizado a 06/07/2021 01:52
Janez Jansa, primer ministro esloveno, preside desde el pasado jueves –y hasta final de año– la Unión Europea, tras tomar el relevo de Portugal. Desde su ingreso en la UE, en el 2004, esta es la segunda ocasión en la que dicho país de dos millones de habitantes, que linda con Italia, Austria, Hungría y Croacia, asume su presidencia. Pero, esta vez, el cargo viene marcado por la personalidad del premier Jansa, que causa inquietud en Bruselas, la capital comunitaria.
Jansa es un personaje relativamente desconocido en la escena europea, aunque su perfil es digno de atención. Se ha distinguido por sus comentarios xenófobos y su sintonía con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, últimamente expresada con su impulso a proyectos legales homófobos. Es un confeso admirador del expresidente norteamericano Donald Trump y, como él, un usuario compulsivo de Twitter (con hasta cien mensajes diarios, en los que prodiga puyas e insultos a sus rivales). Aumenta su presión sobre los partidos de la oposición, también sobre las oenegés. Y ataca regularmente a los periodistas, cuestionando la libertad de expresión. Por no hablar de un pasado en el que no falta una condena de dos años por soborno, de la que se libró tras pasar seis meses en prisión, por intercesión del Tribunal Constitucional.