Historia universal de la desgracia
Alberto Chimal
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En marzo de 2011, decenas o tal vez cientos de personas fueron asesinadas por el cártel de los Zetas en una campaña de venganza que se centró en el pueblo de Allende, Coahuila: un lugar pequeño, aunque situado en rutas del tráfico de drogas y de personas, en el que miembros del cártel se habían asentado y controlaban buena parte de los negocios, el gobierno y la policía locales. Un informante había proporcionado a la DEA –la agencia antidrogas de Estados Unidos– información para localizar a dos jefes de los Zetas que vivían en Allende; en represalia, los jefes ordenaron que casas y negocios de lo que creían posibles delatores fueran quemados, y que éstos, junto con sus familias, fueran muertos y desaparecidos. En general los crímenes siguen impunes.